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  • El historiador ha guiado la ruta pedagógica convocada por la Plataforma Memoria y Democracia a la que han asistido cerca de 80 personas.
  • Castro Berrojo explica que lo que hay en el Puerto del Escudo es una ruina, un resto de la “memoria histórica fascista que inspiró tanto al franquismo”.

El viento soplaba frío en la mañana del sábado 1 de junio en el Puerto del Escudo, pero no asustó a las casi 80 personas que acudieron a la convocatoria de la Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria para un nuevo esfuerzo pedagógico, esta vez alrededor de la conocida como Pirámide de los Italianos.

La ruta ha sido conducida por el historiador soriano Luis Castro Berrojo, impulsor de diferentes esfuerzos de recuperación de la Memoria Histórica y Autor de numerosos artículos y ensayos. Castro Berrojo ha explicado el contexto en el que se dio la batalla del Frente Norte en la que cayeron “soldados fascistas que formaban parte del apoyo decisivo de Mussolini y Hitler a los golpistas españoles”. En total, se calcula que en la brutal ofensiva del norte del bando sublevado participaron 25.000 soldados italianos.

Luis Castro Berrojo junto a Toñi de la Iglesia, de La Ortiga Colectiva.

El monumento, inaugurado en 1939 y abandonado desde 1975, cuando se trasladaron los restos de los 372 soldados del Corpo Truppe Volontarie a diferentes puntos, fue parte, explicó el historiador, “de una serie de monumentos funerarios que gustaban tanto al fascio italiano y que el régimen nacional sindicalista español adoptó como propias”. “Pero lo que hay hoy aquí y que el Gobierno de Castilla y León considera como un Bien de Interés Cultural (BIC) es una ruina en la que no se debe invertir ni un euro. Esa declaración es una aberración porque ocurre, además, mientras los cuerpos de miles de víctimas de tropas extranjeras como estas no han sido recuperados ni dignificados”.

La polémica rodea a la Pirámide de los Italianos ya que la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, en manos de Vox y con el apoyo del PP, declaró en febrero al monumento funerario como Bien de Interés Cultural (BIC) para evitar así los efectos de la Ley de Memoria Histórica y Democrática. Castro Berrojo ha explicado que las tropas italianas fascistas se tomaron la batalla del Frente Norte como “una especie de revancha ante la severa derrota que habían sufrido en Guadalajara”. Sin embargo, a pesar de la “clara inferioridad de las tropas leales al régimen democrático, la guerra en esta zona duró casi siete meses”.

Respecto al futuro de la Pirámide, el historiador Luis Castro Berrojo, ha apuntado que una posibilidad es conservar la ruina, pero “debidamente contextualizado, con información veraz para que las actuales y futuras generaciones entiendan lo que pasó aquí”. “Lo que sí es cierto es que la Pirámide no es una ‘construcción singular’, como indica la ampulosa y vacía declaración de BIC que, por cierto, obvia toda la historia que rodea a la Pirámide”, concluyó Castro Berrojo.

En la ruta, organizada por la Plataforma Memoria y Democrática y La Ortiga Colectiva, el historiador ha dejado claro que los atentados contra la memoria histórica en Castilla y León o en Cantabria “son parte de una política mayor que responde a una estrategia de reescritura de la historia de la ultraderecha y de parte de la derecha. Las autoridades autonómicas son instrumentos de esa política ‘mayor’”.